Hay momentos en los que nos encontramos en crisis. Esto es, estamos confundidos, defraudados, dolidos, decepcionados y percibimos de una manera contundente nuestra frágil condición de debilidad. Esos momentos los vivimos todos. Creyente y ateos; hombres y mujeres; ancianos y jóvenes; en algún momento de la vida todos hemos tenido estas emociones. La causa va desde el descubrimiento de una traición hasta el dolor producido por una enfermedad. Pero hoy quisiera preguntarme que se hace con los que nos han traicionado, esto es, con aquellos que nos han jurado lealtad, compromiso, fidelidad y no la han cumplido, defraudándonos y haciéndonos sufrir.
¿Qué hacer en esos momentos? estoy seguro que lo primero es vivirlos con toda la pasión y la fuerza requerida, no podemos soslayar estas situaciones. Quien no vive las crisis frontalmente pronto estará destruido y con el sin sentido en sus manos. Estamos en confundidos y dolidos, pues lo estamos y punto. En esa situación también hay un aprendizaje que hacer y lo vamos a aprehender. Lo segundo es no sacar conclusiones equivocadas, como por ejemplo: todos son traicioneros, todos fallan, no se puede confiar en nadie. No. Que alguien haya fallado no significa que todo el mundo nos vaya a fallar. No podemos generalizar ni medir a todos con el mismo rasero, ya que no todos somos de la misma estatura.Lo tercero es dejar que cada uno viva las consecuencias de su acción. El que traiciona no debe tener nuestra confianza otra vez hasta que no demuestre con creces objetiva y sostenidamente que ha cambiado y la merece. Un perdón rápido y poco reflexionado lo único que hace es abonar el terreno para una próxima traición. Perdono interiormente y me libero de esas cadenas pero que quien fallo viva las consecuencias de sus fallas; y si estas son soledad y pobreza las tendrá que vivir. Misericordia no se puede entender como un romper la lógica causa-sufrimiento, sino como un amor re-creador y re-generativo, que nos sigue haciéndonos nuevos.Lo cuarto creo que uno tiene que preguntarse que aporto uno a esa traición. No hay que ser escrupuloso y atosigarse con la culpa. No. Pero ni hay que darnos cuenta que no podemos ser ingenuos, ni acriticos y que tenemos que saber en quien ponemos nuestra confianza. Lo quinto, hay que sobreponerse a la situación. No podemos dejar que la situación nos destruya. Es el momento para mostrar nuestra fuerza interior, nuestra valentía y dar la batalla. Conozco dos herramientas fundamentales para superar esa situación la Psicológica y la Espiritual. En muchos casos e necesario ir donde la psicología para que esta nos ayude a sanar y superar la situación. Y claro una sincera, profunda e intensa relación con Dios siempre ayudará a que trascendemos y que nuestras heridas se cierren de la mejor manera. Seguiré pensando y si tengo más conclusiones las comparto con ustedes. Por ahora pido al Dios de la vida que los bendiga a ustedes y los llene de su amor y de su paz. Animo.
definitivamente poner la situacion en completo analisis ayuda a comprenderla y si conocemos nuestra fe y la ponemos en practica en nuestra vida, superar cada obstaculo sera un paso mas de madurez espiritual, tomarnos de la mano de Dios y no soltarnos jamas es la clave de nuestra vida.
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