Capitulo segundo, la imitación de Cristo

Capítulo primero.

Consejos que conducen a la vida eterna.

Ø  Toda su gloria y su belleza son interiores, y en la vida interior les agrada estar.

Ø  Vamos pues alma fiel, hacer las cosas bien.

Ø  Jesús nos ayuda eficazmente hasta el fin.

Ø  Amor de Cristo que por ti se humillo hasta la muerte.

Ø  Quien desea tener vida interior no tiene miedo a  la vida retirada.

Ø  No tener amor exagerado a las criaturas tempo lares y materiales.

Capítulo segundo.

La humilde sumisión.

1.      Ten la conciencia tranquila y Dios te defenderá perfectamente.

2.      Tiempo oportuno.

3.      Hacernos más humildes.

4.      El hombre descubre y reverá a Dios sus secretos.

5.      No pienses haber progresado nada espiritualmente mientras no te creas inferior a los demás en santidad.

Capítulo tercero.

Tener bondad y mucha comprensión.

1)      Primero tienes que vivir tu mismo en paz, para que puedas llevar la paz a los demás.

2)      Tú sabes muy bien excusar y disculpar; y dar apariencia de bondad en los actos.

3)      La verdad y la caridad.

4)      Hay otros que ni están en paz consigo, ni dejan estar en paz a los demás.

5)      Quien aprende a sufrir con más paciencia y más calma.

6)      Amigo de Cristo, heredero del cielo.

Capítulo cuarto.

Pureza del alma y rectitud de intención.

        I.            Pureza en los afectos.

      II.            No hay criatura tan insignificante que no refleje la bondad de Dios.

    III.            La persona de mala conciencia lo sabe por propia experiencia.

Capítulo quinto.

Reflexionar acerca de uno mismo.

A.      Buen juicio y la gracia.

B.      Guarda silencio fácilmente acerca de los otros.

C.      Dedicar tiempo a la vida espiritual.

D.     Sólo Dios y lo que lleva a amar y agrada a Dios.

E.      Los consuelos que provienen solamente de las criaturas considéralos secundarios e insuficientes.

F.       Sólo Dios consuela.

Capítulo sexto.

La alegría que produce una buena conciencia.

a)      Tener conciencia tranquila, para tener buena alegría.

b)      Los malos no tienen suficiente alegría.

c)             La alegría proviene de Dios.

d)      Dios ve tus intensiones.

e)              No afición o apego a las criaturas.

Capítulo séptimo.

Amar a Jesús más que a todo lo demás.

      Dejar los  temores.

      Si te buscas a si mismo solo a ti te encontraras.

      No te fijes en la apariencia.

      Vivir como Jesús.

      Tener desapego a las criaturas.

Capítulo octavo.

Amistad intima y familiar con Jesús.

·         Basta una palabra de Jesús para recibir consejo.

·         Gozo del alma y alegría del corazón.

·         Persona que vive en buena amistad con Cristo es riquísima.

Capítulo noveno.

Cuando el alma se queda sin ningún consejo.

o   Nos agrada tanto tener consuelo, y que difícilmente se resigna la persona a renunciar a su propio gusto.

o   Quien tiene un verdadero sacrificio se entrega a la virtud.

o   Todos tenemos tentaciones.

Capítulo décimo.

Agradecimiento por la gracia de Dios.

§  Para trabajar naciste. ¿Cómo quieres dedicarte solo a descansar?.

§  Los bienes materiales son bienes bastantes, en lo que agradecen.

§  Daré a Dios lo que es Dios; quédate lo que es tuyo.

§  Ser humilde, prudente y precavido.

Capítulo décimo primero.

Cual pocos son los que aman la cruz de Cristo.

§  Muchos desean que los llene Dios de consuelos, pero pocos dispuestos a sufrir.

§  Hacen solo lo que tenían obligación de hacer.

§  Nadie habrá, que sea tan rico y poderoso que el que ha sabido independizarse del amor desordenado.

Capítulo décimo segundo.

El camino real de la Santa Cruz.

v  Toda la vida cristiana se resume en la cruz.

v  Llegar a ser humilde.

v  Llevar la cruz de buena gana.

v  Si confías en Dios, se te dará fuerza del cielo.

v  Probando con el sufrimiento, pronto encontraras más alegría y mayor paz.

v  Muchos aconsejan tener paciencia. Pero que pocos saben sufrir.

v  Lo mejor es llevar nuestra cruz.