Mensaje de navidad 2011.

Los tiempos han cambiado, ya lo sé. Parece recuerdos de antaño; las navidades de antes,     como los niños les gustaba que llegara el momento de vestir el pesebre, colocar luces, cantar villancicos. Uno de los recuerdos más vivos que tengo de mi niñez es que cuando estaba niño, vestía personalmente el pesebre sin importar a donde tenía que ir a buscar, las cosas que se necesitaban para hacerlo. Construía mi propia pandereta con tapas de gaseosa.  Era algo natural pero veo con tristeza que es un ayer que ya paso, no lo digo por mi propio entusiasmo en la navidad, sino porque no veo a los niños de ahora con la misma motivación. Pero Dios es un romántico que no tiene remedio; siempre le gusta lo que engrandece al ser humano, el idealismo al extremo pero siempre pisando firme es decir lo real. Todo esto es bello, la navidad es como cambiar de estación, los hilos del corazón tienen cierta timidez en expresar lo que hay en él. Es el momento del miedo, pero peor aun el tiempo de la enfermedad o muerte del intelecto, esto ya da desconfianza porque cada día que pasa, creo que hay una fuerza filosófica que maneja al mundo; y todos nosotros seguimos ese pensamiento pasivamente. Espero que esta navidad, sea oportunidad para cambiar  y ser mejor, estructurar mejor  la reflexión que se hace de cada acontecimiento de la vida, rumiando mejor los enfoques que se tienen de cada cosa, para no dejarnos manejar por intelectualismos o por mensajes subliminares que nos conducen a pensar y actuar de una manera determinada. La única forma capaz de sacarnos de las garras del “no ser”, de la “cultura de la muerte” que nos puede estar enfermando la espiritualidad, la libertad, la fraternidad, y la elocuencia; es “pensar con nuestra propia cabeza pero con sensatez sin dejarnos manipular”.

Creo que estoy hablando varios temas, en un escrito tan corto. Pero quiero expresar mis ideas, sin detenerme en un tema; tampoco hablo de mis propios proyectos. Espero que el nuevo año sea para todos un momento de alegría y de paz, recuerda que Dios quiere lo mejor para la humanidad.

Que Jesús nazca en tu corazón y que tengas una feliz navidad y prospero año nuevo.

Tu amigo de siempre Diego Fernando García Ochoa.