Y luego continua diciendo: “¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada?” Ese tipo de cosas: desnudez, peligro, espada, parece que nos doblegan ya que como está escrito: “estamos siendo asesinados todo el día” Hay en efecto, persecución y asesinatos de cristianos. Pero entonces Él dice: No, “en todas estas cosas somos más que vencedores a través de aquel que nos amó”.
Yo creo que lo que significa: “más que vencedores” para tu felicidad es que un vencedor tiene a sus enemigos postrados a sus pies. Así que el estrés, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada, las persecuciones, ahí están: vencidas a mis pies. Más que vencedores significa que ya no sólo están a mis pies, sino que me están sirviendo; no están solamente encadenadas y aprisionadas… están sirviéndome. Mi persecución, mi hambre, mi desnudez, mi pérdida. Aún siendo dolorosas y llenas de lágrimas como lo son, son mis sirvientes. Dios trabaja con todas ellas en conjunto para mi bien. Y ese bien que Dios obtiene a través de ellas es el fundamento de mi felicidad, no las circunstancias.
En efecto, hay montones de lágrimas, quiero decir, Jesús mismo fue “un varón de dolores hecho para el sufrimiento” (Isaías 53:3) y Pablo también dice: “con tristeza pero siempre alegres” (2 Cor 6:10). De hecho, creo que Pablo siempre estaba llorando y siempre feliz. ¿Y cómo no iba llorar? Estaba tan destrozado. Su espalda debía parecerse a una gelatina la mayor parte del tiempo porque recibió 5 veces 39 azotes en su espalda y no pudieron sanar de forma completa, así que eso significa espinas en su carne, probablemente en su espalda, en sus ojos, en su mente y enemigos alrededor suyo. Y Él dice: “Regocijaos en el Señor y de nuevo os digo ¡Regocijaos!” (Fil 4:4)
Así que efectivamente, Dios quiere que seas feliz pero no lo hace con las circunstancias. Lo hace consigo mismo, lo hace con el evangelio. Lo hace en y a través de las circunstancias. Esto es un llamado a la fe. Inmensa fe de que Dios es bueno y que Dios es para nosotros. De que Dios está usando todas estas cosas para nuestra profunda felicidad ahora y nuestra perfecta y sólida felicidad para siempre en la era por venir.
http://gilpalomares.blogspot.com/2012/08/mucho-sufrimiento-y-dolor-en-el-mundo.html
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