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miércoles, 19 de noviembre de 2014

Misas con niños. Me dan un repelús...

He escrito alguna vez más sobre las llamadas misas con niños. He de insistir en que me dan un cierto repelús y por ser discreto. Mi experiencia me hace comprobar que lo que en lenguaje vulgar se llama en las parroquias misa con niños o misas de familias suele ser en el mejor de los casos una celebración mucho más que discutible. Las razones, varias.
La primera, una mala forma de entender que sea eso de la “participación”. Una misa no es más participada porque en ella consigamos que más niños hagan más cosas, lo que por otra parte no deja de ser a veces un tostón. Ya saben, eso de cinco niños para las lecturas, ocho para las preces, siete para que traigan las ofrendas, cuatro para dar gracias. Muy mono, pero los niños no responden al sacerdote, los adultos casi tampoco, canta el coro y poco más, no hay manera de conseguir cinco segundos de silencio. Es decir, los niños hacen cosas, pero de participación en la eucaristía más bien nada.

Seguimos por una necesidad imperiosa de hacer las misas “entretenidas”. Eso de que la misa es una fiesta muy alegre y por eso no es misa si no se dan palmas, se grita y se convierte el rito de la paz en una efusión de besos y abrazos.
Continuamos por el peligro de olvidar a los adultos que están ahí y que se encuentran con una celebración que no les dice nada, aunque es entretenida.
Proseguimos con la necesidad del sacerdote de ser simpático y campechano a costa de los que sea, aunque lo que sea consista en eliminar gestos, rúbricas, palabras o detalles. Todo sea por la supuesta cercanía.
No se olviden de las continuadas morcillas explicando cosas, y que suponen una ruptura constante del ritmo celebrativo.
Las misas con niños, con adultos, jóvenes, nonagenarios, registradores de la propiedad, asociaciones de viudas o percebeiros, son misas y punto. Eso sí, pidiendo a Dios que bendiga especialmente a sus hijos percebeiros para que no se les lleve por delante una ola traicionera.
Uno de los problemas “gordos” de estas misas es que los papás y bastantes catequistas conocen de la liturgia de la iglesia más bien nada, y entonces ponen el acento en cosas tan fundamentales como “a los niños les gusta”, “las familias están contentas”, “lo han hecho muy bien”. Vamos, lo mismo que si hubieran representado “El gato con botas” o acabaran de llegar del parque de atracciones.
Me encantaría poder escuchar un día cosas como que en esas misas los papás se han reencontrado con Jesucristo, que los niños se han emocionado ante Cristo presente en la Eucaristía, que viven de tal forma la celebración que incluso van a la parroquia a misa algún día de diario y por supuesto jamás han vuelto a faltar a la celebración dominical sea octubre, marzo, mayo o agosto y en la playa.
En fin, cosas mías, sueños míos.



8 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo, no hay misas para niños, o para cualquier otro colectivo. El Protagonista es el mismo, y habará a cada uno según su capacidad, no conviene que forcemos las cosas. Sencillez, naturalidad y buen ambiente, esté quien esté en misa. Digo yo.
    Es lomismo que cuando dicen literaura para niños, o para adultos... si es buena vale para todo público que aprecie la la buena lietratura, bien hecha, con seriedad y calidad. Con más razón la Misa, que es algo mucho más serio y trascendente...

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  2. Gracias por tu comentario es verdad, tienes una buena opinión.

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  3. Bueno... viendo la foto del sacerdote y algunos comentarios, debo decir que no se parecen en nada a las misas con niños, adolescentes y familia que estoy acostumbrado a frecuentar.
    En la parroquia a la que pertenezco como catequista, la misa de niños y jóvenes (muchos acompañados por sus familias) están colmadas de ellos y participan activamente respondiendo a los sacerdotes, participando en el coro, etc. Aquí el sacerdote viste de sacerdote, nunca lo he visto pintarse o disfrarse para la misa, jamás uso palabras diferentes a las que usa en otros momentos y para nada desentonan con una misa. SI tienen otros tonos, por ejemplo, a cada respuesta difícil correcta alguna vez ha regalado un chocolate, al final de misas que tienen algún festejo seguro hay un dulce de regalo, pero no mucho más. La homilia tal vez no sea mas larga que 10 o 15 minutos pero no por eso menos nutritiva. En fin creo que es más una cuestión de como se encaran con verdadera imaginación respetando el lugar y momento...

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  4. Pues no estoy de acuerdo en absoluto. Porque hacer pasar a los niños entonces por educación infantil o primaria, directamente a trabajar sin proceso madurativo previo. En la Fe como en toda nuestra formación se necesita ir madurando pico a poco, no todos somos iguales los niños son niños, los jóvenes son jóvenes y cada uno necesita entender y que se le expliquen las cosas a su nivel. Las misas de niños son para ellos, quizá los adultos juguemos en otra liga y por eso no nos dice nada, pero a los niños se ayuda en su despertar religioso. Soy madre de 3 niños y catequista desde hace por lo menos 25 años y desde esa perspectiva esa es mi defensa de la misa de niños, de jóvenes y de adultos, evidentemente la esencia es la misma pero creo que hay que vivir la y hacerla vivir cada uno a su nivel. San Pablo en su carta a los Corintios ya lo decía cuando era niño pensaba como niño, hacía como niño....

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  5. No estoy de acuerdo en absoluto. Entonces porque hacemos que los niños pasen por educación infantil y primaria, directamente a trabajar. La Fe como todo necesita madurar a la vez que crecemos, necesitamos un despertar y cada uno niños, jóvenes y adultos necesitan que se les hable en su idioma. Quizá los adultos juguemos en otra liga pero los niños necesitan ese tipo de Eucaristía para ir poco a poco madurando en la Fe. San Pablo en su carta a los Corintios decía "cuando era niño pensaba como niño, hacia como niño..." no demos a los niños la oportunidad de conocer y crecer en la Fe a su nivel y poco a poco, saltemos todos los pasos previos y cuando nos quedemos sin adultos ni ancianos cerremos las iglesias porque no hemos sido capaces de ponernos en el lugar de un niño para explicarles y enseñarles a conocer a Jesús primero y a Dios después. Por supuesto todo esto sin perder de vista la esencia de la Eucaristía, un compartir en comunión. Soy madre de 3 niños y catequista desde hace tanto que ya ni me acuerdo....25 años, creo que sé de lo que hablo. Si cuando yo era joven no ne hubiera "enganchado" a la Eucaristía de jóvenes, que me ayudó y mucho a ir madurando mi Fe, creo que hoy no formaría parte de la iglesia de la manera tan comprometida como lo hago hoy en día.

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  6. Jorge, que bueno que no se sean así las misas.
    Y lo mejor de todo deben estar acompañados de los Padres de Familia ya que de ellos aprenden mucho.

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  7. Gema Moraño Fernández, todo debe ser por tiempos oportunos y por edades dice.

    Te vas por el camino de la maduración de la fe, pero para ello «existe la catequesis». Si eres catequista sabes de antemano que no solo la «homilía» es catequesis.

    El niño aprende el proceso de Evangelización por catequesis, pero la liturgia se debe respetar, por aquello del «misterio del verbo» tiene que ver con teología.

    No confundas el proceso catequético, con la profundidad del misterio Divino. No hay que disminuir el proceso divino, para argumentar solo acciones de pedagogía.

    Por otra parte San pablo habla del proceso de Evangelización más no del sacramento de la «eucaristía», no hay que confundir. Lo digo por esta frase que hace eco a San pablo: “ ya lo decía cuando era niño pensaba como niño, hacía como niño....” (Esta frase es un argumento que has hecho)

    Muchos sacerdotes hacen misas como si fueran una piñatas para ganarse a la gente; ¡Acaso el sacerdote debe vestirse de payaso para llevar a Dios a los niños!, mi experiencia es que si vive bien el sacerdote no necesita de dichas acciones.

    «Los niños saben reconocer un billete falso de uno bueno».

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  8. Por otra parte, el tema de este pots es «Eucaristía con niños» no con jóvenes no confundir, si en esa Eucaristía crece el amor a Dios, puede ser aceptada.

    Creo que este es su caso, o acaso la Eucaristía de jóvenes era toda una discoteca, creo que no.

    Entiendo en tu segundo comentario estamos hablando de dos temas totalmente diferentes.

    Bendiciones.

    Oremos unos por otros.

    Y me alegra que te comprometas con la Evangelización, adelante con ello.

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