Dejaré de escribir en
el jornal i.
En abril de 2011
comencé a publicar una crónica semanal en este diario. En ese momento, no podía
siquiera soñar que llegaría aquí. Fueron 195 crónicas seguidas, sin que por una
sola semana hubiera dejado de entregar una nueva reflexión.
De estas crónicas ya
fueron editados dos libros: Filosofías, en septiembre de 2012, y
ya va la 3ª edición; y, Amor, silencio y tempestades, a
finales de noviembre de 2014, ya va la 2ª edición. Nada de esto hubiera sido
posible sin la generosidad de todos cuantos van leyendo lo que escribo cada
semana y, de esa forma tan simple cuanto eficaz, me da fuerza, aliento y razón
para continuar.
No fue fácil construir
este camino. Crónicas respecto a temas de más interioridad que actualidad, que
remiten a una construcción interior y no tanto a análisis sociales y políticos
del mundo en que vivimos. Siempre ilustradas de forma que la propia imagen es
como un párrafo más que contribuye a la defensa de la tesis principal
expuesta…y, claro… siempre muchos… muchos… puntos suspensivos… espacios y
tiempos para que cada lector coloque – allí - lo que en sí mismo tiene sentido…
o… el silencio que pretende construir.
Muy agradecido a los
lectores de i. Hicieron posible y
real el punto en que me encuentro y que es, de hecho, muy bueno. Aprendí y
recibí mucho más de lo que di.
Agradezco, mucho, a todos los que trabajan y trabajan,
dando lo mejor de sí al diario i. Sin
su comprensión y ayuda hubiera sido muy fácil que me hubiese perdido en la
construcción de este camino.
Agradezco, mucho, a
quien me ayuda (tanto) en la revisión (y enriquecimiento) de los textos…
Agradezco, mucho
especialmente, a todos los lectores que, a pesar de los fallos, de las frases y
de los párrafos –a veces, incluso crónicas enteras- sin mucha inspiración…
continúan leyendo lo que escribo, ¡llegando algunos a considerar que mis faltas
se deben a su entendimiento y no a mis limitaciones!
Creo que el valor de un
texto depende tanto de la forma como es leído como de su contenido concreto. La
bondad y la generosidad de quien lee son esenciales.
Agradezco Carlos Ribero, amigo que me compaña desde el
principio, que ilustra de forma genial, aceptando mis sugerencias con una
gentileza tal que hace que siempre parezca todo más sencillo y nunca tiene
problema en responder a los desafíos más extraños y difíciles…
Tengo, en este momento,
varios proyectos para escribir que intento concretar.
Todavía este mes, Paulus publicará un libro diferente,
escrito por Paulo Pereira da Silva y por mí: Via-Sacra para Crentes e Não-Crentes, donde presentaremos para cada
una de las 14 estaciones dos reflexiones: una para creyentes y otra, diferente,
para no creyente. El libro está ilustrado con fotografías sublimes de Francisco
Gomes.
Pero más que este o
aquel proyecto, tengo voluntad de escribir, de continuar siendo leído y
construir –sin parar- este que es el rumbo de mi vida.
Buscando el equilibrio
perfecto, a veces son necesarios grandes cambios para que podamos continuar
construyendo y avanzando por el mismo camino…
Quiero y confío que, de
una forma u otra, nos hemos de cruzar de nuevo. Tarde eso mucho o poco.
Por mí, no dejaré de
escribir, ni de publicar.
Agradecido… Mucho.
(NOTA IMPORTANTE a los lectores vía Facebook:
En mi perfil de Factbook
tengo la intención de mantener, sin interrupción, la publicación de un texto
por semana… así, el próximo sábado espero y cuento con presentar una nueva
reflexión a quien aquí sigua aquello que voy escribiendo!)
Te ánimo a seguir publicando haces tanto bien con tus publicaciones.
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