domingo, 3 de mayo de 2015
Crónica de una muerte anunciada
http://observador.pt/opiniao/cronica-de-uma-morte-anunciada/
Un caso paradigmático
de contra información, o la interrupción voluntaria, por vía administrativa, de
un embarazo viable.
Primero, la noticia
brutal: una niña de doce años fue violada por el padrastro y quedó embarazada.
Al horror del abuso de la menor y del crimen del marido de la madre, se suma el
drama de la vida que trae en su seno.
Después de forma
aparentemente inofensiva, se anuncia que el hospital en que está internada la
joven en cuestión- ¡sí, el hospital!- se va interesar paternalmente por el
caso. La opinión publica queda, entonces, enterada de que dicha joven está
sometida a supervisión por este benéfico organismo público, erigido, para el
efecto, en padre y madre de sustitución.
En un tercer acto de
este drama, tan bien orquestado pero tan mal contado, se viene a saber que la
etérea e impersonal entidad caritativa que lleva por nombre el referido
hospital lisboeta, decidió hacer abortar a la joven madre. Es, por último, sólo
después se dice, como quien no quiere la cosa, que el niño había sido generado
hace cinco meses.
Desgraciadamente la
adolescente no es atendida ni tratada: cruelmente maltratada por quien abusó de
ella criminalmente, vuelta a ser ignorada por quien, escondido bajo la aparente
neutralidad de una inocua institución sanitaria, decidió por ella el aborto. No
se entiende la abusiva intervención de dicho hospital, cuya reconocida
competencia científica no le confiere, como es obvio, ningún poder decisorio en
relación al aborto de la menor. Compete a las autoridades sanitarias el
acompañamiento de un aborto de riesgo, como es el de una niña de doce años.
Pero no decidir sobre su eliminación, bajo el subterfugio de un parecer
clínico, ni mucho menos imponer, a una adolescente afectada por tan dolorosas
circunstancias, una decisión éticamente muy cuestionable e irreversible.
Es también muy extraño
que, en ningún momento de este oscuro suceso, se refiera al parecer de la madre
o del padre de la niña en cuestión, porque ellos son, dada la minoría de edad
de ella, sus legales representantes. Si les fue judicialmente retirada la
tutela de la niña, no fue con certeza transferida la misma al el hospital.
Aunque hubiese sido voluntad de la joven madre poner término al embarazo, la
institución sanitaria no debería realizarla sin el expreso consentimiento de
sus representantes legales, que aquí no fueron, o no parece, consultados.
La muerte de un niño
aún no nacido, contra la voluntad de la madre, al margen de los requisitos
previstos en la ley, es un crimen, compitiendo a las autoridades judiciales la
imputación de las correspondientes responsabilidades criminales. No de la
infeliz menor, que es también víctima de este aborto, como antes lo había sido
de la violación, sino de quien abusó de su inocencia, de quien fue cómplice de
ese atentado a su dignidad, de quien después decidió el aborto y de quien lo
ejecutó.
No es insignificante que
el acto del aborto haya sido voluntariamente provocado y aplicado a una niña
que ya estaba en el quinto mes de su gestación. Sin embargo, desde el punto de
vista científico, no haya ninguna duda de que es el momento de la concepción
cuando se da el inicio de una nueva vida
humana, del mismo modo los más permisivos
defensores del aborto reconocen que los cinco meses o, mejor dicho, a
partir de las 22-23 semanas, el nasciturus ya es viable. Veintiséis semanas
tenía, por ejemplo, el hijo de Mariza cuando nació prematuramente: hoy es una
criatura feliz y saludable, como su madre ahora confesó, en reciente
entrevista. ¿Por qué razón este puede nacer y aquel no? ¿Tienen, los directores
clínicos, poder sobre la vida y la muerte de sus pacientes? Es esto lo que
queda por explicar y el país necesita
saber.
El presidente de la
Conferencia Episcopal portuguesa recordó, en la última asamblea plenaria, que
la cuestión del aborto no está cerrada y que los cristianos necesitan saber la
posición de los partidos en este
particular. Los ciudadanos electores tienen derecho a conocer el parecer de los
partidos sobre este caso en particular y sobre esta temática en general, para
después poder votar en conciencia. El cómodo silencio en que algunos intentarán
esconderse no será más que una confesión de su complicidad.
Ayer, 1º de Mayo, hace
más de medio siglo que otra joven madre, entonces con 26 años y ya tres hijos,
dio a luz a tres gemelos. El embarazo fue de alto riesgo y dos niños, aún
prematuros, tuvieron que ir a la incubadora. Todos sobrevivieron hasta hoy,
gracia a Dios, a sus padres y al extraordinario equipo médico que los asistió
en esa emergencia. Soy uno de estos trillizos y agradezco lo que los excelentes
profesionales de salud entonces hicieron por mi made, por mis hermanas y por
mí. Desgraciadamente, el niño que ahora ha sido abortado y su joven madre no
tuvieron la misma suerte.
Acerca de Octovilo Mateos Matilla
Mi nombre es Diego Fernando García, soy el administrador del Pensamiento Serio.
Soy un lector de filosofía, libros que hablan de pensamiento humano, mi corriente filosófica es: neo-realismo analógico.
Escritor de blog, artículos, creador del proyecto «pensamiento serio» Es un sitio de filosofía sociedad y religión católica. Con recursos como: texto, imagen, audio , vídeo, diapositivas y diferentes formatos adaptados a este espacio.
octóvilo Mateos Matilla
Labels:
octóvilo Mateos Matilla
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.
Gracias por su apoyo. ¡Espero que disfruten usando el cuaderno tanto como yo disfruté creándolo!
Cuaderno de perrito |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero comentarios adjuntos en alguna de las entradas de mi página web, preguntas cortas e interesantes, en el formulario de este portal o por correo electrónico. Las interpretaciones que se den a esta exposición: clara, concisa, profunda y precisa no es responsabilidad de Diego García; sino de la persona que escribe la critica positiva o negativa, no se responde por daños o perjuicios que se causaran por dichas notas.