Dar la vida es amar. Renunciar a sí mismo… en favor de otro. Vencer egoísmos y
miedos con la convicción de que darse nunca es un exceso ni una cobardía.
Darla vida es perderse
para encontrar. Entregarse para recibir… Es aparecer, salir de sí hasta el punto
de poder verse bien ante los propios ojos.
¡Darla vida es vivirla
tal como ella es en esencia: generosa! Ser más vida en la vida de algún otro. Cuidar
de la existencia de otro con la suya… dar la vida es ser otro. Mejor. Mucho.
Dar la vida es ser una
sonrisa sólo con mirar. Es ofrecer lágrimas a quien ya perdió las suyas. Ser
silencio donde hay paz… y una melodía que revela que lo mejor del mundo
descansa en nosotros… a la espera de nosotros.
Dar la vida es
reconocer la belleza que hay en este mundo. En el otro y en el mundo del otro. Es
contribuir al equilibrio y quedar en armonía… con todo y con cada cosa,
comprendiendo que la verdadera alegría es la cosa más seria de la vida.
Dar la vida es
guardarse para el momento oportuno, sabiendo que puede tardar, mucho. Dar la
vida es no contar luchas, sufrimientos y pérdidas cuando llega el tiempo de
darse.
Dar la vida es reconocer
que ella no es nuestra. Que nos ha sido ofrecida, y que si no hacemos nada antes
para merecerla, podemos hacerlo siempre, ahora.
Dar la vida es ser
silencio y ser sencillo. No es estar presente. Es ser presente.
Dar la vid es entregar
unas manos puras, aunque vacías.
Dar la vida no es querer a las personas y las cosas para usar y desechar,
sino para cuidar de ellas, a pesar de todo lo que les pueda suceder. Sino dejarse
utilizar, ser instrumento y medio de otro, confiando que la vida nunca nos va a
dejar fuera… aún cuando nadie la acompaña.
Dar la vida es crear
alegría en nuestro corazón, despreciando siempre las injurias de quien nada
hace sino intentar deshacer a los otros.
Dar la vida es saber
que es mayor el contento de tener para dar… que el desasosiego de esperar por
lo que los otros puedan traer.
Dar la vida es duro. Los
sacrificios son siempre más amargos que la memoria que de ellos queda… pero
pasan las horas y sólo quedan las acciones…
Dar la vida es crear. Ser
libre es ser causa de la libertad de otro. Obedecer. Cumplir lo más difícil de
todos los planes: hacer a alguien feliz en este mundo.
Dar la vida es abrir
los brazos y dejar al espíritu salir… ser un viento que envuelve, protege y
eleva al otro… hasta el cielo.
Dar la vida es ser
origen de lo que no tiene fin.
Dar la vida es quedarse
sin nada… que no sea con este deseo de ser Amor.
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