Ser sencillo es una lucha permanente contra todas las tentaciones para
desviarnos del camino cierto. Requiere una atención constante frente a nuestra
tendencia a complicárnoslo todo siempre. Hay cada vez más estímulos y opciones,
es esencial que cultivemos el discernimiento para trazar y seguir nuestro propio
camino.
Mucha de la sed que sentimos es el resultado de deseos que
aceptamos como nuestros. Buscamos con todas las fuerzas tantas cosas
innecesarias que acabamos por despreciar lo importante. Queremos todo y
acabamos, casi siempre, sin nada.
Somos egoístas y tan poco inteligentes que incluso creemos
que nos bastamos a nosotros mismos y que tenemos en nosotros todo lo que
necesitamos. No. Somos la mitad de tantas cosas y gotas de agua entre otras.
El agua es vida y siempre encuentra la forma de encontrar su
camino. Insiste, se acumula y, con paciencia, acaba por descubrir a dónde ir. Cuando
se estanca, se corrompe. ¡El agua es sencilla, pura y… viva!
No debemos detenernos en nada pasajero, en la certeza de que
la eternidad es vida. Belleza sublime aconteciendo, creándose y
multiplicándose.
Vivir es crear. Hacer nacer. Fuente de bien. El mundo quiere ser cada vez más
bello, porque su belleza aún no está completa. Por eso cuenta con nuestra
capacidad de crear para ser perfecto.
Hoy falta tiempo para pensar. Para esperar y meditar bien
antes de decidir. Las acciones quedan siempre con sus autores. El resultado de
nuestras decisiones somos nosotros. Mucho de aquello que soy depende de lo que
decido, con mayor o menor consciencia. Soy responsable de mi vida, de dar
respuestas y encontrar caminos.
¡Estoy llamado a concluir la creación de lo que soy, a ser
protagonista de mi existencia, a ser espectador de todo y soy, por encima de
todo, una obra prima!
Cada uno de nosotros tiene una misión. El que no sabe cuál
es, procure hacer uso de sus dones. A lo que tiene de diferente y mejor de cara
a los otros. No, no es lo que le es más fácil o le da más placer, es, sí, lo bueno
que puede y debe hacer.
Tu misión es hacer de ti alguien en quien la vida tiene sentido.
El agua que brota de las fuentes no vuelve a ella sin haber cumplido su misión.
En este mundo solo tenemos esta vida. Sepamos hacernos fuentes de agua viva.
Matando la sed de los que andan sedientos de respeto, verdad y amor, y
limpiando cada una de las heridas de los que fueron despreciados, maltratados,
humillados.
El agua busca el agua. Amor busca amor.
¡En una lágrima cabe toda la tristeza… pero también en una
lágrima cabe la alegría de una vida entera!
En una lágrima hay una oración y una sonrisa. Una traición vencida por una
esperanza de amor que, con certeza, se cumplirá.
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