Casi todos estamos seguros de que nuestra vida terminará en un momento futuro.
¿Pero cómo será ese final? ¿Qué lo causará? ¿Qué implica?
En verdad, todos los días morimos un poco. Cada momento la
vida nos empuja hacia adelante. Ya no somos lo que fuimos y aún no somos lo que
seremos. Si a caso lo llegamos a ser. Nuestra existencia está inscrita en un
tiempo rápido y fugaz. Todo pasa y no deja nunca de pasar. Esa es la mayor
evidencia.
¿Es que tenemos conciencia de la muerte del pasado? ¿Somos
capaces de darnos cuenta de las horas que pasamos sin arriesgarnos a ser quien
somos o debemos ser? Ser señor de sí es ser señor del tiempo. Son muchos los
que tienen una especie de vida a la que podíamos dar el nombre de pasatiempo.
Nuestra existencia es resultado de lo que elegimos de forma
libreen la vida que un día nos fue entregada y en una noche nos será quitada.
¿Tiene importancia el final? ¿Qué relevancia tendrá el
último capítulo si él fuese solamente eso: solo un episodio más de una larga
serie? ¿Es que buscamos una vida teatral, donde todo esté permitido y
donde el final redime todo el mal?
No puedes esperar tener una vida plena si el final no estuviera presente en
cada uno de tus días.
Qué bueno sería si fuésemos capaces de vivir como si el
final de esta nuestra vida estuviese tan lejos como cerca. Tomando decisiones
tan acertadas para lo inmediato como a largo plazo.
¿Y después del final de esta vida? ¿A qué vida voy? ¿Quién
me espera? ¿Qué puedo esperar? ¿Cuáles son las razones de mi esperanza?
¿Puede la muerte anular la vida? No. Si escogemos nacer todos los días, ella
podrá tal vez imponer una interrupción, un pasaje, pero no más que eso.
La muerte es solo una coma. No un punto y final. Un salto
por encima de un vacío de vida.
¿No sientes dentro de ti la vida más fuerte que la muerte? ¿Qué
sientes en el fondo de ti? ¿Una oscuridad inmensa e inmortal o una luz sublime
y eterna?
Así como a luz ilumina la oscuridad, las tinieblas en cambio no oscurecen la luz.
Tampoco la vida es presencia frente a la muerte, y la muerte
en cambio ausencia frente a la
vida.
Así como la luz no es la ausencia de oscuridad, la oscuridad
en cambio es ausencia de luz. Tampoco la vida es la ausencia de la muerte, y la
muerte sin embargo es solo la ausencia de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero comentarios adjuntos en alguna de las entradas de mi página web, preguntas cortas e interesantes, en el formulario de este portal o por correo electrónico. Las interpretaciones que se den a esta exposición: clara, concisa, profunda y precisa no es responsabilidad de Diego García; sino de la persona que escribe la critica positiva o negativa, no se responde por daños o perjuicios que se causaran por dichas notas.